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Vocacional y de la mano de excelentes profesionales, en abril de 1.994 inicia su andadura en la abogacía privada Alberto Benito Jiménez. Desde entonces y hasta la fecha -actualmente en el emplazamiento del Paseo de la Castellana núm. 119 de Madrid -, continúa en plenitud la tarea abordada.

La intensa y óptima labor desarrollada se define por sí sola. Enorgullece a la vista de los miles de asuntos resueltos, extrajudiciales y judiciales, que adornan los archivos del bufete.

Absoluta discreción y leal compromiso hacia los asuntos encomendados, y hacia la propia profesión, ordenan cada consejo y actuación obrada.

Generoso esfuerzo y dedicación para la obtención de la más perfecta solución y el mejor resultado posible en cada caso individualizado, constituyen obsesión del despacho.

Libertad y confianza en el acuerdo y mandato para la defensa de los intereses y pleitos encomendados, suponen ineludible premisa de la política del bufete.

«Saber más que los otros es fácil; lo difícil es saber algo mejor que los otros» (LUCIO ANNEO SÉNECA)